Desde hace tiempo el Consejo Escolar del centro público J.M. Sánchez Marcos ha reclamado la ampliación de los espacios disponibles con el fin de mejorar la atención a la enseñanza, comedor, actividades deportivas y extraescolares. La atribución en el futuro edificio que se alce en el solar del RAG, colindante al edificio, permite atender algunas de las demandas tradicionales de la AMPA Kontxa, en la que coincidíamos con el Consejo Escolar.
A la vista de las limitaciones técnicas que el Área de Educación del Ayuntamiento de Bilbao puso de manifiesto, conforme al art. 8.8.17, 18 y 19 de Capítulo 8ª del Título VIII del Plan General de Ordenación Urbana de Bilbao, la asamblea de la AMPA Kontxa, reunida el 2 de febrero de 2012, tras sopesar las distintas opciones y debatir sobre las propuestas que las familias han realizado, propone al Órgano Máximo de Representación del Colegio J.M. Sánchez Marcos las siguientes prioridades:
1.- Haurreskola
Puesto que el espacio a ceder será de 965 m2 de locales en planta baja, nos parece prioritario que parte del mismo pueda dedicarse a Haurreskola, de modo que el barrio pueda disponer de un servicio público de atención a niños entre 0 y 2 años, que complete todo el periodo educativo entre 0 y 12 años en el mismo lugar.
La vinculación entre el centro actual y la futura Haurreskola permitiría una oferta pública de enseñanza infantil/primaria desde los 0 años, facilitando a las familias una opción integral que no es fácil encontrar en la geografía escolar. Al margen del acceso propio que pudiera disponerse desde las calles Fernández del Campo o Errekakoetxe, la eventual comunicación interna, que nos parece imprescindible, permitiría compartir infraestructuras de manera ocasional o más continúa, según las necesidades, mejorando la calidad del servicio para ambos centros.
Además se propiciaría un elevado grado de cooperación entre los actuales servicios y los de Haurreskola, que facilitara proyectos comunes sobre la base de la más que probable continuidad de una parte del alumnado de esta última en el centro escolar actual. La previsible homogeneidad que supone esta coincidencia permitiría afrontar dinámicas de trabajo coincidentes, acomodadas a la realidad sociológica del entorno al que atenderán. Esos proyectos comunes permitirían coincidir en programas y actividades puntuales y permanentes, generando una dinámica de comunidad escolar que nos parece sólo puede redundar en beneficio de todos.
En definitiva querríamos aunar las dinámicas de trabajo que facilitaría la coordinación de dos centros complementarios, facilitando el proyecto educativo de ambos que creemos podrían ser muy cercanos, y una oferta educativa para el entorno que incrementaría el arraigo del alumnado y una mayor integración del centro educativo que así surgiera, en la vida del barrio y su entorno.
2.- Zona multiusos
En segundo lugar consideramos prioritario aprovechar la zona de 340 m2 libre de pilares y con iluminación cenital a la que hace referencia el art. 8.8.199 al referirse a la manzana 108, para facilitar al centro una zona de utilización polivalente, que atendiera las diversas necesidades que aparecen en un centro de las características de las Escuelas de Kontxa.
El espacio diáfano al que alude el Plan General de Ordenación Urbana cuando menciona las obligaciones de los propietarios de la parcela del RAG debiera ser diseñado para, garantizando su comunicación en la cota que se considere técnicamente más adecuada con el actual edificio, permitir usos diversos que se acomodaran, según los casos, a las demandas del centro educativo.
Un espacio de ese tamaño facilitaría la realización de actividades escolares que demandan amplitud, garantizaría un lugar de recreo cuando las circunstancias meteorológicas impiden utilizar el patio actual, permitiría la organización de actividades extraescolares de naturaleza diversa (ballet, teatro, psicomotricidad…), la dotación de mobiliario versátil para disponer de diferentes zonas de trabajo o un solo espacio extenso cuando sea preciso y, en definitiva, una polivalencia que hoy en día no se garantiza con las disponibilidades espaciales del edificio.
Aunque se ha sopesado que allí pudiera ser trasladado el actual comedor nos ha parecido más útil lograr una amplia zona de convivencia de la que ahora carece el centro. Sin descartar que pueda dedicarse a este servicio, parece más ventajoso disponer de una zona que pueda ser destinada a las necesidades cambiantes de cada momento, adaptándose a las circunstancias que vayan surgiendo y a los cambios que sin duda se producirán en el futuro.
Por último nos parece conveniente que la cota de dicha zona coincida con la actual planta baja del Colegio, con el fin de dejar comunicadas las zonas de mayor accesibilidad, evitando, o al menos mitigando, los problemas que para las personas discapacitadas se perciben en este momento.
3.- Biblioteca
Finalmente restaría la zona de columnas con separación entre pilares de dimensión no inferior a 5×5 m2, descontando la parte que se destinase a Harreskola. Ese espacio sugerimos que pueda utilizarse para trasladar la ubicación actual de la biblioteca, uno de los activos tradicionales del Colegio J.M. Sánchez Marcos, que podría así ser ampliada.
De este modo quedaría liberada el aula donde actualmente se ubica este servicio, dejando disponible capacidad suficiente para que el ciclo de infantil pudiera ocupar la planta baja del inmueble. La reorganización de espacios permitiría una ubicación más homogénea del alumnado de este ciclo, evitando las dificultades que para los alumnos de esa edad supone acceder a pisos superiores.
El nuevo espacio destinado a biblioteca permitiría ofertar un servicio con mayor amplitud, incrementar la oferta de terminales informáticos y mejorar los medios audiovisuales actualmente disponibles. En este caso también sería conveniente un acceso cómodo desde la vía pública y practicable a través del edificio actual, habilitándose una comunicación sencilla.–